Hijita, me dueles tanto
Por: Lourdes Mendoza
“Lourdes, pasó lo que temía, me sentenciaron a 22 años 6 meses de prisión, por dichos No con pruebas. ¿cómo se lo explicaré a mi hija?” Así comenzó la llamada que me hizo el martes a las 8:36 a.m. desde Santa Martha Acatitla, Claudia Sánchez Mayorga, y tras decirme eso se soltó a llorar inconsolable.
“Hijita, soy inocente, faltan tres meses para que se cumplan 9 años desde que el Estado te arrebató de mis brazos. Me detuvieron con 5 meses de embarazo, te deseaba tanto. Tras un cateo en la casa, me arraigaron 50 días y de ahí, me llevaron a un penal de hombres en Tepic, Nayarit, como no permití que me sacaran sangre a todas, por protegerte no lo permití, y por eso la directora del penal Aboites, me segregó y me llevaron a una celda sin que nadie nos cuidara, ahí permanecimos hasta que naciste. Se que no pude darte de comer, pero me alimentaban con poca comida y en bolsas de plástico, perdóname hija, yo traté de protegerte…
“El 12 de diciembre de 2013, se me rompió la fuente, tenía mucho miedo, no había nadie conmigo, grité y grité hasta que llegó una custodia, la cual me informó que debía esperar, que era 12 de diciembre, así pasaron las horas hasta que la comandante de clave “kora”, llegó a la celda y me dijo, “como se atreve a querer tener hoy a su hijo, es 12 de diciembre”, yo tenía mucho miedo de que te sucediera algo… ya muy tarde, me llevaron a lo que hoy es el hospital quirúrgico San Rafael ¿sabes? Yo esperaba tu nacimiento de otra manera, me pusieron en los tobillos y muñecas, esposas, como si yo fuera la peor de las delincuentes, cuando naciste, ni siquiera pude abrazarte, te llevaron de mí, yo comencé a sentirme muy mal, lo único que dijo el anestesiólogo a la doctora que me estaba operando fue “Quítasela, yo pregunte” ¿Que me van a quitar?” a lo cual me respondió “No te me puedes morir aquí mamacita”.
Me quitaron la matriz, me dejaron sin poder volver a ser madre… ¿Por qué?
“Yo me pregunto hija mía, ¿Por qué nos trataron como delincuentes a las 2? No respetaron tus derechos, saliste del hospital sólo con un pañuelito y la camisola de mi uniforme, ¿en dónde estaba la presunción de inocencia? Tuve que entregarte a los 3 meses de nacida, ya que no te respetaban, me dieron una ropita para vestirte y le pusieron el número que yo tenía de presa “1253”, no me dieron leche, a ti no te pusieron las vacunas de recién nacida, no te hicieron el estudio del tamiz, te gritaban y no dejabas de llorar por la espantada que estabas.
“Hoy, mi princesa, sé que no entiendes muchas cosas, ¿sabes? ¡Yo tampoco!… tuve que estudiar derecho para defenderme, no logro entender por que un juez de Matamoros giró una orden de aprensión en mi contra, por que después de 7 años la jueza Karla Montes Ortega me sentenció a pesar de que no tuve una defensa adecuada. Hoy hija mía, después de casi 9 años y de la reposición del procedimiento, la jueza decide volver a sentenciarme a 22 años 6 meses sin tener una prueba. Hoy ya no veo un futuro juntas, sabes cuantos planes tenía para nosotras, ni siquiera pudimos dormir juntas, no te vi gatear, no te escuche tus primeras palabras, no te di de comer.
“Yo no cometí el delito que me imputan “beneficio a la explotación sexual ajena”, ¿de quién me beneficié? Yo sólo trabajaba como administrativa en un bar, con funciones perfectamente claras. Hija, yo no tengo ni poder ni dinero… ya no tengo fuerza, ya no tengo nada, he luchado, así como lo hice para poder verte 1 vez al mes por medio de un juez de lo familiar.
“El presidente López Obrador, prometió en una mañanera que revisarían mi caso. Hija, me dueles tanto, necesitaba un abrazo, un beso tuyo, cuando me entregaron la sentencia, hoy, no sé ni como te lo voy a decir, ¿cómo se le dice a una niña de 8 años que no podrá tener a su madre con ella?, ¿cómo se le explica que la vida de su mamá se terminó ya que el estar en la cárcel es como si me enterraran en vida?”
La buena noticia es que el caso de Claudia ahora estará en manos de la Defensoría Pública Federal, pues Alpízar, CNJ, y Zaldívar, SCJN, honrarán la palabra que le dieron el día de la visita al penal.