El izquierdista Gabriel Boric ahora gobernará Chile

El diputado de izquierda Gabriel Boric será el nuevo presidente de Chile, al que le tocará liderar la transición hacia el modelo de país que consagre la futura Constitución y abordar los anhelos de cambio social que leal mandato, tras derrotar holgadamente este domingo al ultraderechista José Antonio Kast en unas polarizadas elecciones.
Su camino hacia la política institucional no puede separarse de su pasado como líder del movimiento estudiantil chileno. Junto con otros nombres de esta generación, como Giorgio Jackson o Camila Vallejo, que hoy le acompañan al frente de la candidatura, fue parte de una generación de jóvenes dispuesta a poner en jaque un modelo educativo heredado de la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Desde la Cámara de Diputados, donde fue reelegido en 2017, formó con Jackson, su ex compañero de protestas, la coalición de izquierda Frente Amplio, que para las elecciones de aquel año irrumpió con 20 diputados. En los comicios legislativos de este domingo sumaron cinco parlamentarios más.
El bloque es a menudo comparado con Podemos en España. Boric siguió de cerca su nacimiento y evolución y, en varias ocasiones, se ha reunido con Pablo Iglesias y con la actual ministra de Igualdad, Irene Montero. Conceptos como «la casta política» se escucharon alguna vez también en la izquierda chilena. Otro de sus referentes es el expresidente uruguayo José Mujica, que participó en la campaña de Boric.
Entre sus propuestas destacan aumentar el salario mínimo, subir impuestos a los más ricos y cambios en los sistemas de pensiones, salud y educación. Pero para afrontar la segunda vuelta contra la extrema derecha, que se prevé ajustada, necesita convocar a todos los sectores de la oposición y a los más desencantados de la política: «No caigamos en el ninguneo ni el desprecio por quienes optaron por otras alternativas, debemos escuchar y entender por qué las tomaron», dijo después de conocer los resultados. Inevitablemente tendrá que moderar algunas de sus posiciones, pero aún es una incógnita cómo seducirá a abstencionistas y desilusionados con políticos e instituciones. Se ha convertido en el presidente más joven de Chile, un millennial que encabezará el Gobierno más a la izquierda desde el socialista Salvador Allende.